El hotel Palacio O'Farrill es una magnífica mansión neoclásica que está ubicada en la esquina de las calles Cuba y Chacón cerca del puerto de La Habana. Su dueño, Don Ricardo O'Farrill y O'Daly, hizo su fortuna en el comercio de esclavos, y poseía varios centrales azucareros.
Una característica propia de este centro turístico es que logra un acercamiento entre la cultura irlandesa y la Habana Vieja, y como muestra de ello es el restaurante Don Ricardo, donde podrás encontrar recetas de comida irlandesa junto con novedosas combinaciones de carnes con salsas de frutas y guarniciones de vegetales. En el salón Longford se realizan numerosas actividades que logran la fusión de la vida cultural irlandesa y la cubana; pero además, cada 17 de marzo el O’Farrill celebra el día de San Patricio, patrón de Irlanda.
Su patio interior destaca por un antiguo aljibe sombreado por un lucernario. El pasillo de la entrada de la casa es bien impresionante, con un techo alto y puertas de caoba pulidas y tachonadas en hierro, además de los dos pequeños pero elegantes asientos de mármol negros en el pasillo en forma de arco que conduce al patio. La estética general del hotel es el estilo Cubano Colonial.
Tacon e/ Obispo y ORelly, Habana Vieja
Palacio de los Capitanes Generales (Museo de la Ciudad)
Actualmente sede de la Oficina del Historiador de La Habana, el palacio fue construido en 1776 y ha recibido varias funciones: residencia oficial de los gobernadores españoles de la isla desde 1781 hasta 1899 y de la presidencia de la República desde 1902 hasta 1920. El Museo de la Ciudad actualmente ocupa parte de los suntuosos salones con una exposición permanente artes e historia de la época colonial y de principios del siglo XX. El museo exhibe tesoros valiosos como: la primera bandera cubana, los efectos personales de los héroes de Cuba: José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo, junto con una invaluable colección de muebles coloniales, carruajes y otras obras de arte.
Refugio No. 1 e/ Zulueta y Monserrate, Habana
Museo de la Revolución
Situado en el antiguo Palacio Presidencial (1920-1960), el Museo de la Revolución es un colorido edificio de una gran cúpula y una mezcla de estilos. Un panorama detallado de la lucha emprendida por el pueblo cubano para lograr su libertad está disponible en sus 38 salas. Sus áreas al aire libre cuentan con el Memorial Granma, donde los visitantes pueden ver, protegidos por una enorme caja de cristal, el bote en el que Fidel Castro y más de ochenta combatientes regresaron a Cuba desde el exilio en México para reiniciar la lucha por la independencia del país.
Tacon e/ Obispo y O'Relly, Habana Vieja
Plaza de Armas
La Plaza de Armas rodea una estatua del patriota Céspedes y está rodeada por bancos de mármol con sombra y puestos de libros de segunda mano. Esta plaza, fundada en 1519, fue el primer espacio abierto de la ciudad, alrededor del cual se ubicaron las instituciones políticas, militares, religiosas y civiles más importantes. Los palacios que la rodearon durante el siglo XVIII son dignos exponentes de la arquitectura barroca cubana. En el lado este de la plaza, un pequeño templo neoclásico, El Templete, marca el lugar donde se celebró la primera misa católica en 1519. Al lado se encuentra uno de los hoteles más lujosos de la ciudad, el Hotel Santa Isabel. Hacia el norte, el Castillo de la Real Fuerza es uno de los fuertes más antiguos de América.
Calle Empedrado, (al lado de la Plaza de la Catedral), La Habana
La Bodeguita del Medio
La Bodeguita del Medio es una visita obligada, restaurante típico de La Habana, y uno de los lugares turísticos más atractivos. La Habana Vieja ha sido frecuentada por innumerables visitantes, desde conocidos escritores como Ernest Hemingway hasta importantes políticos. Su interior ofrece un ambiente típico cubano, así como excelente música, cocina criolla (cerdo asado a fuego lento, ropa vieja, frijoles negros, yuca con mojo, tostones, arroz morro, etc.) y una bebida típica fantástica como el mojito. Siguiendo la iniciativa de Leandro García, un periodista que firmó el muro del restaurante, todas las personas famosas que visitan el lugar hacen lo mismo. Dejan un recuerdo allí en forma de una impresión, una imagen, un objeto o algún grafiti; incluso es posible encontrar las firmas de algunas figuras históricas, como Salvador Allende, Ernest Hemingway o Pablo Neruda. No puede perder la oportunidad de visitar este lugar en su paso por la Habana Vieja. Si no reserva una mesa con anticipación, probablemente no tendrá otra oportunidad de conseguir una, pero seguramente disfrutará de un ambiente increíble rodeado de la historia de Cuba.